7 de abril de 2010

NTICs: Revolución tecnológica del siglo XX y el proceso de globalización


Introducción

A partir de la década de los sesenta se inició un importante y acelerado proceso que ha modificado todos los ámbitos de la vida humana, especialmente en las sociedades occidentales. Se acuñaron algunos términos para tratar de describir lo que estaba aconteciendo, como “revolución tecnológica”, “aldea global”, “sociedad de la información”, “sociedad en red”, etc. Hoy vivimos en medio del fenómeno de la globalización, ya que ha modelado nuestras costumbres, . I. El desarrollo de las tecnologías de informaciónLos grandes cambios tecnológicos que hoy observamos se desencadenaron hace tres siglos y se han producido a lo largo de dos revoluciones industriales. La primera revolución industrial se caracterizó por el uso del vapor como fuerza motriz de maquinas textiles que pudieron realizar labores en menor tiempo y con mayor precisión, tales como el telar mecánico, o máquinas de transporte que utilizaban el motor a vapor. La revolución en el transporte modificó la percepción del tiempo y del espacio, ya que las distancias se acortaron y se dinamizaron las comunicaciones. Hacia fines del siglo XIX, sobrevino la segunda revolución industrial bajo el amparo de la electricidad, del motor de combustión interna, la química y el acero, entre otras innovaciones. Los cruceros marítimos, automóvil y el tren subterráneo y el de las comunicaciones a distancias transformaron a la humanidad. La tercera revolución tecnológicaVivimos una tercera revolución basada en los avances de la electrónica, que si bien tiene su origen en la invención del teléfono (1876), la radio (1898) y el tubo al vacío (1906), no fue sino hasta mediados del siglo XX cuando comienzan a producirse los avances más significativos, con la aparición del transistor. Las actuales tecnologías se relacionan con el procesamiento y difusión de la información, penetrando en casi todos los ámbitos de las actividades económicas, culturales y sociales. A la vez, se ha transformado la cultura material, promoviendo la “sociedad del consumo” que surge en el siglo XX. La actual revolución tecnológica se relaciona con el procesamiento y comunicación de información, así como la administración del conocimiento.• Del tubo al transistorLas transformaciones tecnológicas de esta tercera revolución se desarrollaron gracias a un par de inventos que aceleraron los procesos de procesamiento de datos. El tubo al vacío era básicamente una estructura de vidrio (similar a una pequeña ampolleta) que contenía en su interior dos o más electrodos capaces de controlar el flujo de corriente y de codificar los impulsos eléctricos con el propósito de condensar o amplificar información. Dicho de otro modo, era un artefacto capaz de transmitir e interpretar energía contenida en ondas electromagnéticas como las de radio. Debido a esta propiedad, el tubo fue muy importante en la primera mitad del siglo XX, para la construcción de aparatos de comunicación.El transistor, surgido a fines de la década de 1940, era una pequeña pieza de material semiconductor que remplazó a los tubos al vacío, debido a su capacidad de procesar los impulsos eléctricos a un ritmo más rápido, en un modo binario de interrupción y paso, por lo que se pudo codificar la lógica de comunicación con máquinas y entre ellas. Otra ventaja del transistor sobre el tubo al vacío fue su tamaño (del porte de una arveja) y la escasa energía que ocupaba.Hacia fines de la década de 1950, con la difusión de los transistores y la invención de los circuitos integrados, se generaron las condiciones para una verdadera explosión tecnológica en los años sesenta, cuya tendencia más conocida fue la microelectrónica, pues los costos de producción de los aparatos electrónicos bajaron ostensiblemente, del mismo modo que sus tamaños.• Surge la informáticaEn 1946, bajo el patrocinio del ejército estadounidense, un grupo de científicos de la Universidad de Pensilvania desarrollaron un computador denominado ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Calculator), que pesaba 30 toneladas, ocupaba la superficie de un gimnasio. Tenía más de 70.000 resistencias y 80.000 tubos al vacío, siendo capaz de desarrollar más de 300 operaciones matemáticas por minutos. Este aparato demandaba demasiada energía eléctrica y se sobrecalentaba muy rápido, por lo que no podía estar en funcionamiento más que algunas horas al día.En 1951, apareció una versión comercial de este tipo de máquina, conocida como UNIVAC-1, y su primera utilización fue el procesamiento de la información levantada en el censo norteamericano de 1950, reduciendo su tiempo de procesamiento de tres años a poco más de seis meses. Fue tal el éxito de esta aplicación que, en 1953, la IBM ya había entrado en la carrera de construcción de este tipo de aparatos electrónicos. Así surgieron en el mercado los denominados computadores de primera generación, construidos sobre la base de tubos al vacío.Hacia 1957, además de haber obtenido la reducción notable de las dimensiones físicas del computador, la IBM lanzó al mercado el primer lenguaje de programación computacional el que fue conocido como Fortran (Formula Translator). Este lenguaje pretendía simplificar, por medio de una serie de instrucciones lógicas, el tratamiento de diversas operaciones y fórmulas matemáticas complejas. Posteriormente se desarrollarían lenguajes de programación cada vez más específicos, hasta culminar en la industria del software a mediados de la década de 1980.En 1971, la empresa Intel desarrolló un microprocesador, de tamaño inferior a una pulgada, denominado chips, que mejoró notoriamente las posibilidades de procesamiento de información pues, equivalía al trabajo realizado por 2.300 transistores. El desarrollo alcanzado en 1993 lo hacía comparable a la función de 35 millones de transistores. Esta innovación hizo posible una ampliación comercial de la tecnología microelectrónica, ya que los costos se redujeron a más de la mitad. Por otra parte, la capacidad de memoria de los computadores también sufrió notable variación, pues entre los años 1971 y 2001, se ha ampliado en más de 250 mil veces. En lo que respecta a la velocidad de procesamiento, esta se ha multiplicado por 550 veces. De esta manera, pareciera acertado pensar que el microprocesador condensado en un chip cambió el mundo, pues lo encontramos en productos tan variados como lavavajillas, hornos microondas, automóviles, etc.La industria informática también tuvo un giro insospechado, pues en 1981 aparece el PC (Personal Computer) y en esa misma década se desarrolla la producción comercial de software, con lo cual estás herramientas tecnológicas pudieron estar disponibles para el consumo masivo.En los últimos 20 años, también se mejoraron los medios de transmisión de datos. De esta forma, el desarrollo de la fibra óptica, la tecnología láser, el uso de señales de radio (elemento fundamental en la telefonía celular), sumado al Internet, tuvo doble implicancia, ya que por una parte se hizo posible la comunicación electrónica interactiva y, por otra parte, el procesamiento informático adquirió un carácter ubicuo, vale decir, se puede realizar en cualquier lugar.• Las máquinas y la informática cambian el mundoLos descubrimientos y avances tecnológicos no se quedaron encerrado en los laboratorios, universidades o empresas armamentistas. Muy por el contrario, invadieron el mundo cotidiano, a través de una infinidad de aplicaciones en el mundo de los electrodomésticos. Bajo el supuesto de facilitar las tareas del hogar y el trabajo en general, se inventaron una serie de mecanismos o se mejoraron otros, bajo el alero de la sociedad de consumo que surgió con fuerza a partir de la posguerra.De la mecanización industrial se ha ido pasando lenta, pero progresivamente a la automatización. Los trabajos de baja calificación, basados casi exclusivamente en labores de fuerza, realizados por un importante número de obreros han sido prácticamente eliminados por las nuevas tecnologías y junto con ello, han surgido los temores de amplios sectores del remplazo del hombre por robots, de un mundo humanizado a uni frío e impersonal de la maquinización automática. La productividad industrial evidentemente ha aumentado, pero de la mano del desempleo. La automatización impone nuevos desafíos al mundo laboral, los que hasta hoy no han logrado configurar un modelo de equilibrio.La instanteneidad que permiten las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones también han transformado el entorno y la sociedad, rompiendo el aislamiento y ampliando la conciencia del mundo.II. El paradigma tecnoeconómicoLas transformaciones que hemos estado describiendo se extienden más allá de lo estrictamente tecnológico, afectando de manera clara y ostensible la economía. Hoy, con la extensión de las redes de comunicación, el mundo se encuentra mucho más integrado, conformándose en un gran espacio de intercambio, en donde es posible hacer todo tipo de transacciones en breve tiempo, a pesar de las distancias físicas que pueden mediar entre el vendedor y el comprador. Así, este mundo integrado en redes globales se va configurando en torno a verdaderas comunidades virtuales, que no obedecen a parámetros espacio-temporales tradicionales, gracias la instantaneidad que proveen los medios de comunicación .El origen de esta verdadera revolución tecnológica, se puede hallar sin duda en la década de los años 1970, en Estados Unidos, y principalmente en California. La búsqueda constante de avances tecnológicos basados en la interactividad e interconectividad entre los individuos fue el comienzo de este profundo cambio. Luego, conjuntamente con el desarrollo de Internet vendría la difusión de los adelantos y un efecto multiplicador a través de los usuarios que explotaron toda clase de aplicaciones, acelerando la velocidad de transformación y ampliando su alcance e impacto, y configurando un verdadero paradigma tecnoeconómico del cual se nos hace muy difícil escapar.Básicamente, el nuevo modelo paradigmático dice relación con el paso de una tecnología que buscaba ahorrar energía (como fueron las dos revoluciones industriales) a una que busca procesar mayores volúmenes de información en menos tiempo. En consecuencia, la mirada sobre la actividad productiva se ha modificado radicalmente, ya que su elemento central no radica en los costos de insumos, sino de la información respecto de las innovaciones técnicas, de procesos de gestión y de comportamientos del mercado, todo lo cual se traducirá en una optimización de costos relativos y en un incremento de la competitividad.Este paradigma tecnoeconómico tiene varias características relevantes, que lo distinguen de los principios de la modernidad. Como ya veíamos, en este nuevo modelo, materia prima es la información, actuando la tecnología sobre ella y no al revés. Y en ese punto cobra sentido el dicho actual: “saber es poder”. Además, la capacidad de penetración de los efectos de las nuevas tecnologías abarca casi todo el quehacer humano.Por otra parte, la complejidad de la interacción hace que las relaciones productivas se manejen en red y ya no en forma lineal y vertical. Esto significa que hay un conjunto de elementos, empresas y personas en contacto que trabajan, dependen y confluyen a realizar una misma tarea, cada uno trabajando en forma paralela y complementaria. Esto tiene fuertes repercusiones en el mundo laboral y en el de la gestión empresarial, exigiendo un cambio de mentalidad en el cómo se concibe y se organiza el trabajo, la producción y comercialización de bienes y servicios. Esto nos lleva directamente a otra de las características de este nuevo paradigma: la flexibilidad que otorgan las tecnologías de información,pudiendo reconfigurar diversas actividades, sin necesariamente anular lo ya avanzado. Así se obtiene una rápida adaptación a la demanda.