Pueden acceder a la bibliografía en el link
Manual Com. y cult. consumo
Aquellos estudiantes que no pudieron hacer la Actividad 1 por inconvenientes a la hora de acceder a la bibliografía, podrán hacerlo junto con la actividad 2 que les propongo a continuación.
Luego de trabajar algunos aspectos de la Cultura Mundo, es momento de comenzar a delinear algunos aspectos vinculados a la cultura del consumo y su lógica: su historia y evolución hasta la actualidad, la relación que establece el acto de consumir con dimensiones éticas y estéticas, así como también los hábitos y comportamientos de los sujetos consumidores.
Actividad 2:
1- Luego de leer el apartado Cultura del consumo (primera parte, págs. 15 a 20) del manual, realizar la siguiente propuesta de análisis:
a- Cuáles son los cambios que comienzan a darse a partir del crecimiento del consumo en el contexto de la Cultura Mundo. Ejemplifique
b- Cuáles son los tres paradigmas que pueden desarrollarse en la actualidad a partir de las lógicas que impone la cultura dele consumo. Desarrolle y ejemplifique
c- A qué se refiere Baudrillard cuando habla del fenómeno del "valor signo". Cuál es la relación que cambia en cuanto a los conceptos de valor de uso y valor de cambio, presentes en la lógica del capitalismo del siglo XIX. Fundamente su respuesta
d- Lea La ciudad como cárcel, de Eduardo Galeano y trate de reflexionar acerca del consumo actual, que ya no se inspira en una cuestión de clase, sino un fenómeno sociocultural. Explique en base al texto.
e- Mediante un cuadro, desarrolle las cuatro racionalidades y sus características en relación a la Cultura del Consumo
La ciudad como cárcel
Tomado de: Eduardo Galeano, “Úselo y tírelo” (1994)
La sociedad de consumo, que consume gente, obliga a la gente a consumir, mientras la televisión imparte cursos de violencia a letrados y analfabetos. Los que nada tienen pueden vivir muy lejos de los que tienen todo, pero cada día los espían por la pantalla chica. La televisión exhibe el obsceno derroche de la fiesta del consumo y a la vez enseña el arte de abrirse paso a tiros.
La realidad imita a la tele, la violencia callejera es la continuación de la televisión por otros medios. Los niños de la calle practican la iniciativa privada en el delito, que es el único campo donde pueden desarrollarla. Sus derechos humanos se reducen a robar y a morir. Los cachorros de tigre, abandonados a su suerte, salen de cacería. En cualquier esquina pegan el zarpazo y huyen. La vida acaba temprano, consumida por el pegamento y otras drogas buenas para engañar el hambre y el frío y la soledad; o acaba la vida cuando alguna bala la corta en seco.

Caminar por las calles de las grandes ciudades latinoamericanas, se está convirtiendo en una actividad de alto riesgo. Quedarse en casa, también. La ciudad como cárcel: quien no está preso de la necesidad está preso del miedo. Quien tiene algo, por poco que sea, vive bajo estado de amenaza, condenado al pánico del próximo asalto. Quien tiene mucho, vive encerrado en las fortalezas de la seguridad. Los grandes edificios y conjuntos residenciales son castillos feudales de la era electrónica. Les falta el foso de los cocodrilos es verdad, y también les falta la majestuosa belleza de los castillos de la Edad Media, pero tienen grandes rejas levadizas, altas murallas, torres de vigía y guardias armados.(...)
Tomado de: Eduardo Galeano, “Úselo y tírelo” (1994)
La sociedad de consumo, que consume gente, obliga a la gente a consumir, mientras la televisión imparte cursos de violencia a letrados y analfabetos. Los que nada tienen pueden vivir muy lejos de los que tienen todo, pero cada día los espían por la pantalla chica. La televisión exhibe el obsceno derroche de la fiesta del consumo y a la vez enseña el arte de abrirse paso a tiros.
La realidad imita a la tele, la violencia callejera es la continuación de la televisión por otros medios. Los niños de la calle practican la iniciativa privada en el delito, que es el único campo donde pueden desarrollarla. Sus derechos humanos se reducen a robar y a morir. Los cachorros de tigre, abandonados a su suerte, salen de cacería. En cualquier esquina pegan el zarpazo y huyen. La vida acaba temprano, consumida por el pegamento y otras drogas buenas para engañar el hambre y el frío y la soledad; o acaba la vida cuando alguna bala la corta en seco.

Caminar por las calles de las grandes ciudades latinoamericanas, se está convirtiendo en una actividad de alto riesgo. Quedarse en casa, también. La ciudad como cárcel: quien no está preso de la necesidad está preso del miedo. Quien tiene algo, por poco que sea, vive bajo estado de amenaza, condenado al pánico del próximo asalto. Quien tiene mucho, vive encerrado en las fortalezas de la seguridad. Los grandes edificios y conjuntos residenciales son castillos feudales de la era electrónica. Les falta el foso de los cocodrilos es verdad, y también les falta la majestuosa belleza de los castillos de la Edad Media, pero tienen grandes rejas levadizas, altas murallas, torres de vigía y guardias armados.(...)
Fecha de entrega propuesta: jueves 07 de mayo
Consultas: tallerdeperiodismo@yahoo.com.ar